Blog de Juan Gabriel Estellano.

15 de octubre de 2018

Socorro Andino Boliviano





El cuerpo de rescate Socorro Andino Boliviano, nació por azar durante un viaje de Edy Grange, guía de la  Sociedad de Guías de Montaña Courmayeur y miembro activo del Rescate de Montaña del Valle de Aosta en Italia. Quien al pasar por Bolivia para ascender  a algunas cumbres nevadas  contó con el apoyo de un guía de montaña local, a quien  conoció unos años antes en Europa. Este andinista boliviano, Aldo Riveros, realizó una parte de sus cursos para convertirse en un guía de montaña,  en el Valle de Aosta y en Chamonix,  Italia y Francia, donde se conocieron.
Viajando juntos por los andes bolivianos  se dieron  cuenta  de la precariedad de las condiciones en casos de accidente y para la gestión de una operación de rescate en todos los valles situados a más de los 4500 metros. Así nació la idea de crear un curso de formación, para guías de montaña de Bolivia, en rescate organizado.

Tras las gestiones de organización  los años 2007 y 2008 se llevaron a cabo dos cursos impartidos por el grupo Soccorso Alpino Valdostano, venidos del norte de Italia. Con este curso se formó a un equipo humano, en su mayoría guías de alta montaña,  calificado para intervenciones en accidentes de andinismo. De esta forma  el mismo 2008 se creó el Socorro Andino Boliviano (SAB).
Teniendo en cuenta que la necesidad de un conocimiento avanzado en técnicas de escalada en altura, especialmente sobre los 5500msnm, edemas de una buena condición física  son  fundamentales para llegar a los heridos, este es el único grupo capacitado para operar en estos terrenos en Bolivia.
En el primer rescate organizado por el SAB en octubre del mismo 2008, el equipo tuvo que caminar más de 25km para llegar al cuerpo sin vida de un accidentado, y regresar la misma distancia con el peso extra, tardando cinco días en realizar toda la operación. Un trabajo como este, se podría haber realizado en pocas con la ayuda de un helicóptero.

Posteriormente a esta experiencia el SAB ha llevado a cabo muchos más rescates a lo largo de nuestra cordillera, en sus diez años de existencia, salvando vidas humanas y convirtiéndose en una institución  de referencia para el rescate de montaña en toda la región. El SAB no cuenta con apoyos gubernamentales y realiza sus operaciones gracias al trabajo voluntario de sus miembros, contando solo con sus propias manos para realizar los rescates.
En este momento el SAB se encuentra en búsquedas de fondos para realizar la formación y entrenamiento de rescatistas con la ayuda de un helicóptero.  Esta formación posibilitará la coordinación entre los guías-rescatistas  con el piloto del helicóptero.  También se tomará en cuenta  la formación de médicos y paramédicos que puedan intervenir en el terreno.



-          El SAB ha firmado un convenio de colaboración con el Instituto de Formación y Desarrollo en Medicina de Montaña IFREMONT, de Chamonix-Francia.  Quienes enviaran un experto médico de rescate y medicina de montaña a Bolivia para la formación.


-          También cuentan con ayuda de  la Fundación de la Academia de Medicina de Francia, y  de la  Airbus Helicopters Foundation

-          Como dato curioso, la nieta de Simon I Patiño, Albina du Boisrouvray, tras la muerte de su único hijo, quien fuera piloto de helicóptero, hizo una donación millonaria para un centro de control para rescates con helicópteros en los alpes suizos.



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